header27.jpg

Santa Águeda Church


En el siglo XV Sotillo de la Ribera tenía una iglesia medieval.

El aumento de población y de la riqueza en la centuria siguiente debido al viñedo (en el siglo XVI se creó una regulación vitivinícola en la zona que aportó muchos beneficios económicos, lo que nos ayuda a comprender la riqueza artística que hay en  estos pueblos vitivinícolas), supuso que se colocaran los cimientos del nuevo templo iniciado en el XVII y acabado en el XVIII.

Tenemos un templo entre la tradición clasicista y el barroco, que concentra la máxima riqueza artística en su portada. Notable riqueza retablística, con exuberantes ejemplos barrocos y buenas muestras neoclásicas como el retablo mayor.

La excelente calidad de las esculturas hace posible que destaque por su belleza la Semana Santa de Sotillo de la Ribera.

Espléndido órgano de la 2ª mitad del XVII y singular Vía Crucis de piedra tallado por el escultor local Amancio Calvo.




1.1.-LOS RASGOS EXTERIORES


Salvo en las portadas, se define por su austeridad y sencillez más acorde con los gustos clásicos. Los elementos barrocos se encuentran en el interior del templo.


a.- Magnífica torre barroca.

Construida por Domingo de Ondátegui entre  1732 y 1740 facilita por su elevación que las campanas "voz de la iglesia", puedan oírse en la localidad, actuando como medio de comunicación rápido y eficaz.


b.-La fachada principal.

Construida también con piedra de sillería, se inicia en 1768.
Es obra de los maestros canteros Manuel de Isasbiruil,  y de  Domingo de Ondátegui.
Aunque tiene una clásica concepción en la interpretación del orden arquitectónico, es barroco el contrastado juego de luces, a base de entrantes y salientes, formando un conjunto de dinámico alzado.

Consta de tres cuerpos, hornacinas en las que aparece la imagen de San Pedro con el atributo de las llaves en la mano (existía una Cofradía de San Pedro) y de Santa Águeda (patrona de Sotillo de la Ribera), rematado con un frontón partido coronado por una cruz, al modo de un gran retablo pétreo, como podemos apreciar también en la Iglesia de Gumiel de Izán, realizada un siglo antes. La de Sotillo servirá de pauta para la que se efectuará en Vadocondes.

 

1.2.- LOS RASGOS INTERIORES.

Tiene tres naves, que se desarrollan a la misma altura, La nave central destaca por su mayor anchura y porque incorpora un elemento barroco muy característico desde las últimas décadas del siglo XVII: una cúpula en el tramo anterior a la cabecera.


La bóveda semiesférica se levanta entre 1702 y 1704, muy al gusto barroco.

Algunos rasgos de la cúpula evidencian  la influencia de la capilla de San Pedro Regalado en el convento de La Aguilera.
Las pechinas decoradas con pinturas hacen alusión a Santa Águeda y a San Pedro.


a.- La  Capilla de San Miguel.
Miguel Herrero Esgueva accede en 1723 al cargo de Arzobispo de Santiago de Compostela. Recibió sepultura en el templo catedralicio.

Don Miguel debió dejar alguna disposición  testamentaria  relativa  a la fundación  de una capilla en la iglesia parroquial.
Don Tomás Gutiérrez, en nombre del difunto prelado, compra la nueva sacristía erigida entre 1726 y 1730, (debido a que era la zona que estaba más cerca de la altar mayor).

El retablo principal, presidido por San Miguel, constituye un claro ejemplo de escultura dieciochesca.
Las esculturas de los retablos laterales están dedicados a devociones muy frecuentes en la época: San Francisco Javier y San Ignacio.

Se les presenta como peregrinos en función de su actividad  apostólica y evangelizadora, ya que don Miguel desplegó una intensa labor apostólica.


b.- Todas las personas que han tocado el órgano barroco de Sotillo de la Ribera en los diferentes  conciertos elogian este gran instrumento  musical. Es uno de los pocos ejemplares de esta época que quedan en Castilla y León e incluso en España. De sobria ornamentación,  se instaló en un ala o pequeña tribuna del coro, situándose frente   a la entrada de la iglesia. Fue encargado entre 1708-1709.


c.- El Retablo Mayor

En 1778 se vende el retablo viejo del Altar Mayor a la parroquia de la Trinidad de Roa. En su lugar se colocó uno nuevo, financiado por el canónigo sotillano Juan Antonio Serrano, de caracteres neoclásicos pero con evidentes reminiscencias barrocas, acorde a los modernos presupuestos estéticos de la época, muy diferente a las creaciones de los talleres arandinos a los que, quizá hubiera recurrido la Parroquia.
En la gran hornacina central se aloja la imagen de Santa Águeda. Dos pequeños medallones dorados reflejan escenas de la prisión y martirio de Santa Águeda.

En las calles laterales San Juan Bautista y San Jerónimo. El remate contrasta con el cuerpo inferior  por su abundancia de imágenes. Es un efecto buscado de acumulación y de movimiento propio del barroco final.

Este retablo figura en los libros provinciales de arte como uno de los mejores en su estilo de toda la geografía burgalesa.


El Retablo de la Dolorosa
. La arquitectura del antiguo retablo de la Virgen de la Piedad se trasladó a una de las ermitas, colocando la imagen en el nuevo neoclásico.


El Retablo del Cristo (el del "Miserere")
se trasladó también en su totalidad a otra ermita haciéndose de nuevo incluso la imagen en 1777. Estos dos retablos laterales son de gran sencillez, sin detalle barroco alguno.


El llamado "Monumento" que se realiza durante la Semana Santa, es de esta época y esta imbuido de estas características del estilo neoclásico.

Podemos concluir que el neoclasicismo se adopta gracias a la intervención de determinados mecenas o asesores, en Sotillo la de Juan Antonio Serrano.



d.- La Capilla del Rosario.

Excelente muestra de la arquitectura neoclásica, de planta cuadrada, y cubierta con cúpula oval y rematada por una linterna. Fue mandada construir con fines funerarios  por el canónigo Juan Antonio Serrano.

El retablo mayor está dedicado a la Virgen del Rosario.
La zona central tiene una hornacina en la que se aloja esta Virgen y a sus laterales se encuentran las imágenes de San Francisco de Sales y de San Juan Bosco.

Lo más interesante es el remate en lo alto del altar con un rico programa de esculturas, más clásicas y escalonadas.

En la hornacina se aloja San Joaquín que lleva de la mano a la Virgen niña. Un poco más abajo hay dos figuras femeninas, una mostrando las Tablas de la Ley, y la otra con una iglesia, que representan las alegorías de la Antigua y de la Nueva Ley.


En un nivel inferior completan el conjunto de imágenes de la Esperanza, la Fe y la Caridad.

El retablo de Jesús de "Nazareno" se hizo para albergar la imagen de Jesús camino del Calvario, de una excelentísima calidad, que ocupa un gran medallón central, figurando en relieve la escena de un santo asistido por San Benito y ángeles.

Los retablos neoclásicos fueron encargados y pagados por los feligreses de la parroquia, salvo los costeados por Juan Antonio Serrano.

Se trata de obras que podemos considerar de origen popular y que buscan su culminación en la renovación y embellecimiento del templo parroquial.

Es altamente significativo el hecho de que en ninguno de los casos que contemplamos el nuevo retablo se labre para llenar el vacío, sino que en todos los casos sustituyen a otros anteriores y en buen estado.


No debemos olvidar que el siglo XVIII , fue un periodo de relativa paz y prosperidad y ello supuso buenas ventas de vino de esta zona y con parte de estos ingresos se pudieron costear las obras.